domingo, mayo 23

Gorditas de chicharrón (y amigos), para la nostalgia……

Pues, aplico de nuevo la formula muchas veces probada; escribo para tratar de poner un poco de orden en lo que esta dando vueltas dentro de mi cabeza.

Aunque la decisión que tome para evitar los episodios de tristeza y/o depresión había funcionado bastante bien, esta semana se instalo, de alguna forma, una cierta melancolía en mis pensamientos.

He pensado mucho en relaciones pasadas, específicamente una relación muy especial de hace algunos años, y también pienso mucho en el ultimo intento que lleve a cabo para establecer una relación de es este tipo, la cual, resulto ser un fracaso.

Honestamente, no se bien que motivo estos pensamientos, pero ahí están, eso es claro. Ahora lo interesante es, ahí están, dando vueltas en la cabeza, luego entonces, ¿A donde voy pensando en esas cosas?

Me invitaron al reestreno de una obra de teatro interesante, “Riñones de cerdo para el descontento”. Me invito mi amigo Roberto, quien diseño la iluminación de la obra. Le comente de estos pensamientos melancólicos, por lo que, jugando con una frase de la obra mencionada, me recomendó, cuando estábamos desayunando:

-Trágate la gordita.
-Para que?
-Para conmemorar, para lamentarte, que importa! Que te obstruya la garganta antes de que llores.

Ese comentario fue bastante afortunado, por que nos dejo riéndonos un rato de la ocurrencia, pero, sobre todo, me alegro y me cambio del estado de melancolía. Aun sigo soñando con encontrar una relación significativa, para compartir, para ser cómplices, para acompañarnos, para tantas cosas….. Pero, es claro que no es trivial encontrar a la personas, las condiciones (externas e internas), los momentos y las coincidencias para que esta relación se de. Una ecuación realmente compleja, pero que, estoy seguro, debe valor la pena.

Así que, como todo en la vida, no hay garantías de que suceda, pero, visto de otro punto de vista, las probabilidades son diferentes de cero. Ese comentario pretende ser positivo. De cualquier forma, hay muchas personas, proyectos, familia, amigos, novedades, viajes, paisajes, platillos, colores, parques, canciones, historias, histerias, lecciones, intentos, tropezones, anécdotas, y, por que no, gorditas de chicharrón, que harán el camino que queda bastante interesante……..

Así que, mientras regreso la melancolía al baúl en donde me parece debe estar, quiero agradecerte por los momentos compartidos desde hace varios años Roberto. Disfruto mucho tu amistad, y no lo he dicho recientemente…..

martes, diciembre 1

Memoria

Que original, leer a Jose Emilio Pacheco en estos dias......




Memoria




No tomes muy en serio


lo que te dice la memoria.





A lo mejor no hubo esa tarde.
Quizá todo fue autoengaño.
La gran pasión
sólo existió en tu deseo.



Quién te dice que no te está contando ficciones

para alargar la prórroga del fin
y sugerir que todo esto

tuvo al menos algún sentido.












miércoles, septiembre 9

Agridulce







Volví a dejar mis rollos primavera en el congelador. Quén habría pensado que podríamos comprar rollos primavera congelados (¡con hongos shitake!) y su salsa agridulce, elaborados en la mismísima China, en las secciones de productos congelados. Tampoco lo habría creído hace algunos años, si me hubieran dicho que comeríamos pescado cultivado en Vietnam, o en China. Total, la realidad a veces es muy rara….





Los rollos los probé cuando fui al supermercado. En una de esas mesas de degustación daban pequeñas porciones de los rollos, con su respectiva salsa. El sabor me pareció bastante bueno, y considerando lo práctico de manejarlos congelados, me parecieron buena opción para acompañarlos de una cama de lechugas y espinacas. Así llegaron los rollos a mi congelador.





A ratos dudo de que me siga gustando tanto esta ciudad; ahí siguen los centros de cultura que me gustan tanto, y los bares y restaurantes, pero, ya ni tiempo me da para asistir. Hasta el cocinar, que solía ser un buen pasatiempo, parece condenado a ser reemplazado por la comida práctica/congelada. Y aos amigos, a esos casi siempre los saludo en la noche, en el messenger…… que mas daría estar en otra ciudad, o en otro país, seguiría con un nivel de interacción muy similar con mis amigos…..





Ayer, después de varios meses sin saber de ti, me saludaste en internet. Primero me sorprendí, y dude un poco que fueras tu (¿que tal que era un virus?), pero no, después entendí que si eras tu. Y se me encogíó el estomago. Creí que no podría sentirme así de nuevo; nervioso, emocionado. Me dio mucho gusto saber que en tu casa todo va mejor, y que en el banco te va muy bien. Percibí tu alegría, y me conmovió. Y fue entonces cuando intuí que alguien más ocupaba el sitio que solía ser para mi. Lo dudé un poco, pero al final preferí preguntarlo. Si, me confirmaste que ya hay alguien en el lugar que solía ocupar a tu lado…….





Me despedí y me desconecté porque precisé analizar lo que estaba sintiendo. Yo creía que en realidad ya no me podía emocionar, que ya todo me era realmente indiferente. Creí que estaba secándome por dentro y que no había forma de cambiar eso. Pero ahora veo que no es asi.




Todo lo confirmaba, esa especie de alegría por confirmarme aún vivo, y la tristeza de saber que por mi equivocación, te perdí. Aún me puedo conmover. Fue una mezcla rara que me confundió. Fue como una lluvia que limpia y renueva, y que a la vez te enfría hasta la médula.




Hoy en la noche prepararé la comida para mañana, y voy a poner los rollos para que no se me olviden de nuevo. Algo de ensalada y la carne asada, los rollos van a ser un complemento para cambiarle el sabor a la rutina, claro, los rollos deben ir con su salsa.…

jueves, agosto 27

Two star....


Pues, hace bastante tiempo que no me sentía emocionado por conocer a alguien. Después de bastante tiempo, y de bastantes intentos, un día, sin esperarlo, paso. Alguien pudo pasar la coraza. Fue tan natural que ni cuenta me di, fue necesario que pasaran algunas semanas para darme cuenta de esto.


Lo note en algunos detalles, por ejemplo, soy de los que contestan “si” o “no” por el celular, me desespera escribir a dos dedos. Sin embargo, un día me sorprendí a mi mismo contestando cada mañana, y a veces, adelantándome a los diarios mensajes en el celular. Llegue a reclamar cuando mi mensaje matinal no había llegado.

Me sentí acompañado, finalmente pude dormir sin estar mi cama sola. Fue algo completamente inesperado, y muy agradable.

Me veo a mi mismo como un ser que se ha dejado cubrir en los últimos años por una capa de polvo que reseca y hace parecer descuidado todo. Ayuda para una estrategia de bajo perfil, pero, esa resequedad no se queda en el exterior, puede llegar hondo. No me había dado cuenta de que tan hondo había calado esta capa de moho, esta patina del tiempo, hasta que trate de moverme como lo hacia antes. No pude. Mis reflejos estaban un tanto atrofiados. Mi coordinación, muy disminuida. Así que estoy adaptándome a movimientos lentos, pensados. No siempre se puede manejar uno así, pero, parece ser lo mas apropiado por el momento, hasta que pueda eliminar, por lo menos parcialmente, esa capa que deje que los años depositaran sobre mi.

La atrofia no solo es física, también abarca otras facetas. Apenas estoy entrando en esa fase de sorpresa/tristeza en la que me estoy dando cuenta de que, es agradable compartir, es genial tener a alguien a tu lado, cuando hay un vínculo sano para poder ser solidario, compartir, para dar y tomar. Apenas me di cuenta, en esta semana, de que, una vez mas, perdí todo eso.

Si la vida me sorprendió poniendo en mi camino a la persona que pudo, con una facilidad impresionante, atravesar esa barrera, yo le regrese la sorpresa ingeniándomelas para echarlo a perder. Y fue tan sencillo hacerlo, dejarlo que se estropeara.

Demasiado tarde me di cuenta de que eche a perder todo. Ahora que me di cuenta, trate de componer las cosas, pero, como siempre pasa, cuando algo se rompe, ya no hay retorno. Tratando de ser congruente, trataré de entender la lección, mi lección, y seguir adelante. Pero, no se si también echare a perder eso......

Hay que conducir viendo hacia adelante, la vida no se vive para atrás. Pero, en estos días lluviosos, a veces se ven iguales el parabrisas y la ventana trasera....



Well it's not for me to say,
but I can't see what you see in him anyway.
But such righteousness in me
is not a nice thing to display,
and who am I for cristsakes anyway
to judge a life this way
when my own's in disarray?


I watch Saturday kids' TV
with the sound turned down.
I leave food on the eiderdown.
All my thoughts pushed underground.

Maybe you're happy - everyone says you are.
You drive around on two star,
you leave your life ajar,
and God knows you desserve it.
Bad luck follows everyone.

So go on, and stop listening to me.
Stop listening to me.
And don't ask me how I feel.
Don't ask me how I feel.

So it's not for me to say,
because I change my mind from day to day,
and when I look at you
I only see bits of myself anyway.

So go on, and stop listening to me.
Stop lisening to me.
And don't ask me what to say,
or to judge a life this way

when my own's in disarray.

jueves, marzo 5

Volver...



Volver.
Hugo colgó. Se quedo viendo el aparato telefónico un rato, mientras se esforzaba para respirar profundamente. Necesitaba tranquilizarse. Se sentía agotado, sorprendido, y un tanto culpable. Estaba agotado y trataba de poner un poco de orden en su mente, repaso los eventos del día.

Había despertado temprano para ser sábado por que prometió a uno de sus amigos ayuda para cambiar de casa.

En la mudanza participaron varios amigos, contando a la actual novia de Hugo. Con una camioneta prestada, el grupo realizo algunos viajes para desplazar todas pertenencias de la casa anterior al departamento nuevo. Hicieron varios viajes en la camioneta, también hicieron una pausa para comer. Finalmente ordenaron un poco los bienes transportados y descansaron mientras planeaban una fiesta de apertura. Para concluir el proceso debían regresar y entregar la camioneta prestada.

Hasta ese momento todo había sido entretenido y agotador. Cuando decidieron regresar, el grupo de amigos planeo una ruta para transportarse a sus casas y entregar la camioneta. Hugo no se percató de que ruta emplearían para regresar hasta que ya estaban transitándola; el camino empleado fue su trayecto diario durante 4 años, cuando vivía en esa zona, con Diana.

El pasar por ese camino removió muchos recuerdos en Hugo, su relación con Diana lo dejó marcado. En sus mejores momentos Hugo y Diana parecían la pareja perfecta, o al menos así se sentían. Durante esos 4 años, los amigos de la pareja perdieron la cuenta de las separaciones y conciliaciones que se dieron entre ellos, y todos coincidían en una opinión: el que se mantuvieran juntos era tan increíble como mantener mezclados el agua con el aceite; y es que, no podían haber sido más diferentes.

Hugo era un actuario introvertido que disfrutaba las matemáticas, la música barroca, la naturaleza y la soledad. Diana era diseñadora espontánea, extrovertida y sumamente sociable. Sabían perfectamente qué regalarse en sus cumpleaños y aniversarios, y no por que lo planearan cuidadosamente, solo tenían que acudir a una tienda e identificar lo que menos les gustara, por que eso implicaba que al otro le encantaría.

Ahí estaban los recuerdos de la relación por toda la avenida. En aquella esquina habían discutido hasta que Diana bajo del automóvil y pateó el auto. En el puente aquel se esguardaron alguna vez de la lluvia. Estaba la panadería en donde compraban una concha o una empanada antes de ir a trabajar. Allá estaba el cine al que acudían los fines de semana. Había demasiados recuerdos. Tenía más de dos años que no sabía de Diana, y poco más de uno de haber iniciado una relación nueva que se mantenía hasta la actualidad.

Hugo consideró poco oportuno mencionar los recuerdos frente a su actual novia, por lo que permaneció en silencio la mayor parte del viaje de regreso. Su novia tenia un compromiso familiar, por lo que esa noche no la compartirían como acostumbraban los sábados. Cuando el grupo dejó a la chica de Hugo en la casa paterna, se le ocurrió que estando solo sería más fácil asimilar esos recuerdos. Tenía que reconocer que éstos se habían presentado con una intensidad impresionante, sobre al considerar que la separación se había dado hacía más de dos años.

El último pasajero en la ruta de regreso era el mismo Hugo. El conductor la camioneta se percato de que éste había permanecido en silencio, por lo que al detenerse frente a la casa de Hugo le cuestiono si todo estaba bien. Hugo trato aparentar que así era, escabulliéndose rápidamente a su casa, aun seguía confundido.
Hugo trataba de acallar los recuerdos que aun daban vueltas en su mente. Pensó que de no haber conocido a su actual novia, muy probablemente habría buscado a Diana en algún momento. No se sentía cómodo al pensar que la relación con Diana siempre fue algo realmente difícil de explicar, llego a etiquetar la relación como enfermiza. Alguna vez escucho que ese nivel de relación solo se podía dar al existir una “química” especial entre las personas, eso parecía caber dentro de alguna cierta lógica; pero un vínculo especial…., le incomodaba considerar esa idea.

Mientras cerraba la puerta de su departamento, pensó en tomar una cerveza para relajarse, dejar de darle vueltas a los recuerdos, a las sensaciones, y, aunque le peso admitirlo, a esa nostalgia que sentía. Estaba pensando en donde guardar las llaves con las que cerro la puerta, cuando escucho que el teléfono sonaba.

Al responder la llamada, se quedo congelado. Del otro lado de la línea escucho la voz de Diana.

Hugo escucho que Diana peguntaba como se encontraba, quería saber cómo se sentía y como le había ido recientemente Sobre todo, insistió en saber si estaba bien. Hugo respondió tratando de ocultar la sorpresa de escucharla, asegurándole que todo estaba bien. Hugo regreso la pregunta por cortesía, por lo que se entero que ella también se sentía bien. Dos o tres preguntas de rutina salieron de la boca de ambos, hasta que Hugo se percato de que había una pregunta que realmente quería formular. ¿Por que llamar después de más de dos años de no tener contacto?

Diana contesto de forma sincera, o al menos eso le pareció a Hugo; explicando que había sentido algo extraño; explicó que sorpresivamente un montón de recuerdos se agolparon en su mente durante la tarde, hasta que su nerviosismo aumentó al grado de experimentar una especie de ataque de ansiedad. No sabía que pasaba, pero, sintió la necesidad de contactarlo, de escucharlo, y de asegurarse que estaba bien.

Ante la sinceridad de Diana, Hugo sintió el impulso de mentir. Respondió que todo estaba bien, que no tenia la mas remota idea de por que habría sentido ese ataque de ansiedad, y que probablemente todo sería producto de beber demasiado café.

Conversaron de generalidades durante unos instantes y diplomáticamente acordaron reunirse para tomar café y conversar un día cercano. Estratégicamente, ninguno de los dos propuso día, hora ni lugar para la reunión. Ambos sabían que estar juntos no era algo trivial, y mucho menos algo que pudieran controlar.

Se despidieron de forma amistosa, lo cual resulto extraño para ambos. En el pasado se despedían con mucha efusividad, podían ir de un te amo a un te odio, pero no en medio, así que despedirse con un -Cuídate, estamos en contacto- les supo un tanto raro.

La llamada dejo a Hugo, tratando de poner orden en un suceso que no podía explicar dentro de su mundo seguro y lógico. Seguía con la mirada sobre el teléfono que acababa de colgar. Sabía que la lógica no bastaba para explicar al mundo, pero aún se aferraba a tratar de racionalizarlo todo. Pensó que no podía negar esa conexión con Diana, aunque esto pareciera absurdo. Aunque, pensándolo bien, ¿Que podría ser más absurdo que pasar la noche del sábado solo?

viernes, diciembre 12

Velocidad de escape.





Siempre me ha parecido que la Ciencia, puede incluir un cierto grado de belleza cuando la empleamos para entender mejor el mundo que nos rodea.



Recientemente, algunas personas de mi entorno me han hecho pensar seriamente en lo diferente que es el discurso empleado, con las acciones que llevamos. Muy humano el ser así, definitivamente, pero, aún pienso que sería muy agradable el ser congruentes. Pero, ¿Cómo pedir algo que ni yo mismo puedo alcanzar en muchos momentos?



Entre mucho trabajo, entre poca congruencia, y una incipiente crisis existencial, siento una especie de presión que me resta el espíritu optimista. De por sí, el optimismo nuca ha sido mi fuerte…..



Ayer me preguntaron cómo me sentía. Lo único que pude pensar es, “raro, es como tener ganas de estallar, pero al revés….”. Eso, por supuesto, es una implosión.



Según el diccionario, Implosión "Acción de romperse hacia dentro con estruendo las paredes de una cavidad cuya presión es inferior a la externa." Aplica. La misma búsqueda en internet, me trae información asociada a las implosiones, y de un ente asociado, los agujeros negros. Ya había escuchado de estos entes, por supuesto; pero, un dato interesante llamó mi atención de forma particular: El concepto de un cuerpo tan denso que ni la luz pudiese escapar de él, fue descrito en un artículo enviado en 1783 a la Royal Society por un geólogo inglés llamado John Michell. Por aquel entonces la teoría de Newton de gravitación y el concepto de velocidad de escape eran muy conocidas. Michell calculó que un cuerpo con un radio 500 veces el del Sol y la misma densidad tendría, en su superficie, una velocidad de escape igual a la de la luz y sería invisible.



Definitivamente me atrapó esa definición, así es como me siento; no siento que pueda proyectar luz, por lo que siento que puedo (quiero) mantenerme invisible, pasar desapercibido.



Una metáfora empleada para explicar lo que es la meditación, compara a nuestra mente con un pez en un estanque. Cuando el pez (la mente) está demasiado cercano de la superficie, cualquier elemento que perturbe la superficie lo afectará, lo espanta, lo distrae. Cuando el pez nada en lo profundo, puede darse cuenta de las turbulencias de la superficie, pero a la vez continuar nadando de forma tranquila y sin necesidad de distraerse de su actividad ni su concentración.



Mantenerse como un agujero negro parecería una forma ideal para poder meditar, enfocar la mente en el aquí, en el ahora, alejarse de los conflictos cotidianos que llevan a nada; concentrar la luz en cosas significativas, y no desperdiciarla en temas que no la precisan.



Entonces, muy probablemente, los días siguientes serán empleados en este ejercicio de enfocar (la luz, la atención, el interés); en cuestiones, (temas, proyectos, y personas) muy específicos; tengo que reconocer que mi energía se siente mermada, aún tengo la duda de si esta energía es un recurso renovable o no; pero, en cualquier caso, hace sentido el enfocarla de forma tal que resulte productiva. Y ese enfoque, seguramente, tendrá que ver mucho con el mundo interior; después de todo, ya está claro que al igualar la velocidad de escape del sistema a la de la luz, se obtienen que la luz no saldrá del sistema, y si se toma en cuenta que los mundos interiores tienden a ser mayores que el mundo exterior, me mueve a pensar que, esta fórmula puede funcionar. Por lo menos mientras exista alguna luz...




sábado, noviembre 15

Luz de día.



No podía conciliar el sueño, fue un tanto sorprendente el darme cuenta de como he cambiado en los últimos años. Encontré escritos de hace tiempo, y me quede leyendo hasta la madrugada.


Ya pasaron los días de Septiembre. Ya empieza a sentirse mas el otoño, se siente mas frío el aire en las tardes, ya empieza a aterdecer mas temprano. Todo eso me recuerda que, también empieza una de las temporadas que disfruto más. Es la temporada para alimentarme....


En esta temporada, casi en cualquier lugar puedo agenciarme alimento; está por todo lados. Y, aunque puedo devorarlo en cualquier lugar, prefiero llevarlo a casa. Cazar es estimulante, pero, cuando tienes bien desarrollada la técnica, puede parecer trivial.


Cuando estoy ya en la casa, con mi alimento, es como una ceremonia. Me fascina su piel, su olor, su textura. Disfruto unos momentos de su textua, de su aroma. Probablemente sea lo que más me gusta de todo el proceso; el sentir el aroma de su piel, es tan efímero, pero, tan pleno cuando estoy en el proceso .... es casi una lástima el tener que arrancar la piel para poder comer.



Dejo a un lado la piel, trato de no derramar la sangre de mi alimento, a veces no puedo evitarlo. También en este momento todo inunda con su olor mi casa. Es curiosa la sangre. Me encanta desgarrar su carne con las manos, y senir como se humedecen con ella. Puedo terminar escurriendo de las manos, los antebrazos: al final, lo que importa mas es tener la carne en mis manos, y poder consumirla. Pero, en la cara, prefiero no ensuciarme con la parte líquida; procuro que no se escurra en mi cara, aunque, a veces, alguna gota se escapa de mis labios, y rueda por mi barbilla, por el cuello... si solo son unas gotas, de ese color rojo intenso, eso me puede parecer casi erótico.


Y, así es la parte principal del proceso. Tomar los trozos, los pedazos de carne, y dejar que inunden mi boca. Sentir el sabor, la textura, lo fibroso de la carne; pasearla por la boca hasta que, sea necesario hacer espacio para el siguiente bocado. A veces es muy rápido todo el proceso, otras es lento y muy pausado. Una vez que se arranca la piel, lo mejor es consumir todo.


Total, que así funciona el día a día, simplemente sobrevivo. Me intriga la tendencia humana a adorar a los monstruos. Pero, en fin, que así pasan los días y veo como trata de funcionar la gente, como se mienten ellos mismos, como se creen sus mentiras y pretenden ser felices; o al menos, pretenden no preocuparse, llenando de pretextos los días, y de mentiras su alma. ¿Es mejor una vida arruinada, que una vida mediocre?


Realmente no lo sé, y no me importa. La única relevancia que tienen estas conjeturas es que, investigando en mi pasado, me he dado cuenta de que no siempre ha sido así. No siempre preferí la soledad y la lejanía que me permite ver como se porta la gente. Hoy descubrí escritos que reflejan algo sorprendente. Alguna vez yo fuí la victima.


Anoche me alimenté como acostumbro, tome partes de un alma que, tal vez, me podrían servir de algo; le arranque creencias y valores, que ya no me sirven de nada, y que tampoco servirán a quien despojé de ellos. Probé algo de sangre, no demasiada. Tomé solo un poco, solo lo necesario para calmar el ansia, dejé bastante en cuerpo que me alimentó, para que pueda sobrevivir y servir en otra oportunidad…. Vi cosas que cautivaron mi atención; las tome en mis manos para verlas, para tratar de entenderlas, las dejé en donde estaban, pero eso no es un proceso indoloro; sé que mi curiosidad es como la de los científicos, no intenta dañar, pero cambia al sistema que es observado. Al regresar esas partes al alma que tomé, las cosas no son como eran antes. Quedan esas gotas de sangre que salpican al arrancar los pedazos del alma, y como cuando se desarma un reloj, hay piezas que no se en donde poner, así que cuando trato de armar nuevamente el sistema original, generalmente todo queda hecho un desastre.


Así que ahí estaba yo, quitándome la sangre de las manos y de mi ropa, despegando los girones que quedan en mis manos, leyendo escritos de un pasado que me cuesta trabajo reconocer. Asombrado de darme cuenta de que en algún momento cambié de papel en la cadena alimenticia, pero, por algún motivo, no puedo recordar cómo se dio el cambio. De no haber encontrado estos escritos, no podría creer que alguna vez no era un cazador. Me siento tan acostumbrado a esta piel, cazar, como dije, es algo natural en mí. ¿Cómo, por qué cambie así? Pase algunas horas tratando de armar el pasado, tratando de entender en qué momento cambié de extremo, pero, no pude recordarlo. La luz del día me recordó que tendría que cazar en unas horas, así que retomé la rutina.