miércoles, agosto 6

Los capítulos compartidos del libro...

¿Que es un fantasma?

Un evento terrible, condenado a repetirse una y otra vez…
Un instante de dolor, quizá…
Algo muerto que parece por momentos, vivo aún…
Un sentimiento suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en ambar…..
(De “El Espinazo del Diablo” )


Mis fantasmas parecen estar relacionados. En el tiempo eran independientes el uno del otro. Al integrar algún capítulo de mi historia, fueron integrados a la misma trama, pero en momentos diferentes. Claro, con esa cualidad de los fantasmas de no permanecer de forma exclusiva en un solo instante del tiempo, brincan y reaparecen cuando uno menos lo espera. Pero la forma en que se coordinan, no deja de sorprenderme.

El viernes recibí un correo que realmente me sorprendió. En el correo me pedían informes. Me pedían actualizar como estoy actualmente, como me siento, y en que me he convertido. Incluía la aclaración de que no buscaba incomodarme el mensaje, ni la solicitud de información. Yo esperaba que ese fantasma permaneciera en el pasado. Hasta se cambió de ciudad, ¿Para que buscarme? Después de mucho meditar, decidí enviar algunos datos de los que me habían solicitado. Confirmé en el mensaje que me siento bien, que las cosas están marchando bien y algunos comentarios sin mayor trascendencia. La cuestión de explicar en qué me he convertido me pareció que podría responderse con un tratado para el cual, no tenía tiempo ni ánimo para desarrollarlo, por lo que se quedo en el aire la respuesta.

El segundo correo de mi fantasma, se alegró (decía este mensaje) de saber que yo estoy bien y me pedía, que en algún momento nos reuniéramos a compartir una copa de vino, y a platicar. Eso me pareció demasiado. El proceso de conversión a fantasma no lo decidí yo, su salida de mi vida fue forzada, me costó trabajo el aceptarlo, el quedarme sin respuestas y el seguir adelante sintiéndome mutilado (emocionalmente, claro). Ahora, regresar de la nada, con una sonrisa, a platicar como el que mas….. mi respuesta fue un NO tajante. No pude decidir, ni controlar, mucho menos opinar acerca de un cambio tan drástico en mi vida; y ahora el fantasma me pide una entrevista. Este no en particular me da algún grado de control sobre mi vida y mis emociones. No necesito esa entrevista, y lo dejé claro. La reacción fue de molestia. Ni hablar, nunca he sabido manejarme con diplomacia y tacto.
No me imaginé que, este martes, en la tarde; al caminar, me encontraría a mi otro fantasma. La primera reacción fue de asombro. ¿Tu? ¿Aquí? La segunda emoción, fue como una sacudida. ¿Qué tienes? No te ves nada bien…… la combinación de asombro y de sorpresa por su aspecto tan terrible y su depresión tan evidente, ayudó para que yo olvidara mis barreras de orgullo y me acercara a conversar un poco. Me bosquejó, en unas cuantas palabras, un infierno de varios meses, patrocinado por el consumo de drogas, y aderezado con la pérdida de su trabajo; de varios amigos, la constante de falta de apoyo de su familia, la depresión de despertar en un hospital por el abuso de sustancias. Me comenta que ya están mejor las cosas, que ya hay un trabajo estable, no es fantástico, pero hay trabajo. Hay alguien que en teoría le debería dar apoyo y confort, pero, en dos meses no había salido las cosas como esperaba fueran. La depresión en su rostro me lo había aclarado desde el inicio. Me sentí realmente triste de ver a mi fantasma así. Sus ojos, sin vida. Su postura, de derrota. Su voz, sin ilusiones. Su piel, tan maltratada. Recurrí al truco del abrazo solidario, para no dejar que me traicionaran unas lágrimas…

Me retiré de ahí asombrado, triste, sin optimismo.

Caminé por Reforma. El clima parecía propicio. Fresco. Poca gente. Buen lugar para caminar, pensé. Pero instantes más tarde, el cielo se desplomó. Llovió mucho, mi traje quedo empapado como hace mucho no sucedía. Un paraguas no podía cubrir el agua que caía del cielo, y la que arrojaban los autos que navegaban sobre el rio en que se había transformado Reforma. Y con todo, yo seguía pensando en mis fantasmas. Me sorprendió ver mi brazo izquierdo, el que detenía ese intento de paraguas con el que intenté cubrirme, por que estaba temblando. No, no era el brazo, era yo, temblando al estar empapado.

Estoy sorprendido. Siempre he considerado que cuando me he acercado a alguien para escribir algún capítulo de mi vida, el objetivo siempre ha sido el de mejorar, el de compartir, el de estar bien, el de ser solidario y sentir la solidaridad; el de creer y sentir que creen en mi. El de tener una complicidad que haga posible que 1+1 sea más que dos.

Aunque algunos capítulos que compartí con mis fantasmas estaban pensados y planeados para ser divertidos, emocionantes, diferentes, la realidad es que el resultado en algunas oportunidades fue gris, triste, deprimente. Esos capítulos, lo sé, también son parte del libro. Y no creo quesean una parte sin importancia. Creo que esos capítulos son de aprendizaje y de crecimiento, de autoconocimiento, definitivamente importantes para crecer.

Mis fantasmas parecen estar en capítulos bastante tristes. Ya no son mis capítulos, pero no puedo dejar de sentir tristeza. ¿Por qué buscar a alguien a varios años y varias ciudades de distancia? Especialmente cuando en algún momento la decisión fue la opuesta. No lo sé, como todas las conductas humanas, supongo que deberá existir un motivo que empuja a ese fantasma buscar respuestas en el pasado. Pero no sé cual sea su móvil, como estamos en libros diferentes, no tengo la menor idea de cuál sea la trama. Solo sé que estoy en mi libro, en mi historia, no quiero dar reversa al proceso que me desterró, estoy ocupado en otras cosas más interesantes. Quiero dejar al pasado en el pasado. Por otro lado, me gustaría saber que mi otro fantasma, el que esta tan deprimido, pueda encontrar su camino. De la breve charla veo que aún pelea con sus demonios de siempre ( la familia, la inseguridad, la falta de atención, la falta de amor propio); pero, una vez más, es un libro que ya no es mío.

Me gustaría, honestamente, enterarme de que las historias que tratan de sacar adelante mis fantasmas serán, el día de mañana, de esas historias que conmueven, que demuestran nuevamente lo bueno del espíritu humano. Que inspiran. Que emocionan al que las lee, o las escucha. Si, me gustaría. También me gustaría que los capítulos en los que ayudé, sean recordados con cariño, sean significativos. Pero, ahora lo entiendo, lo que realmente espero en este momento, es que mis fantasmas dejen de serlo. Que se conformen con formar parte de la historia, y que sean capaces de generar y vivir su propia historia, eso es lo que quiero para mí también, dejar de ser fantasma para otros, ser un personaje que intervino en algún capítulo, pero, sobre todo, poder vivir mi presente, y construir el ahora, el aquí y ahora, y soñar un poco, solo un poco, con esa promesa que se llama futuro.




2 comentarios:

Unknown dijo...

En esta vida es inevitable ir caminando sin dejar rastro, sin dejar personas, sin dejar momentos. Cada nueva relación implica una ilusión un deseo que desafortunadamente no siempre se cristaliza en lo que deseamos, y es que en la vida aceptar lo bueno significa aceptar lo malo, y ninguno de nosotros se salva de esos claros oscuros.

A veces cuando se trata de nuestros fantasmas preferimos dejarlos enterrados, con aquellas historias que protagonizamos juntos, y quizá solo optamos por recordar los buenos momentos, aunque en lo personal prefiero el olvido total. Sin duda, no es fácil lidiar con esos fantasmas, aunque quizá lo más difícil de todo es reconocer que eres el fantasma de otras personas; y es cuando eso sucede que te das cuenta que una vez que el agua de la tormenta se ha secado necesitas cerrar ciclos y salir de esa lista de fantasmas a la cual seguramente entraste de manera involuntaria.

Hoy con ese sabor agridulce en la boca veo hacia el frente, veo al futuro; pero me rehúso a enterrar mi pasado, a dejar a mis fantasmas enterrados. Hoy he aprendido a manejarlos (aunque no a convivir con ellos), afortunadamente muchos de mis fantasmas yacen en la tumba y eso garantiza que solo mi memoria será capaz de revivirlos.

He desarrollado un cierto gusto por leerte, espero que no sea adictivo o que no dejes de hacerlo.

Nor dijo...

Muchas gracias por compartir, y muchas gracias por el comentario, es realmente halagador, sobre todo por que viene de alguien con escritos muy interesantes.....

te deseo que las cosas sucedan como tu quieres que sean!