Las primeras veces que escribí, escribí notas personales, como un diario. Y siempre lo hice cuando estaba deprimido. Esas notas personales resultaron una gran ayuda para salir de la depresión. El poder ver mi ideas, los intentos de plasmar mi sentir en palabras, me permitieron analizar los mismos desde diferentes puntos de vista. La perspectiva y la distancia que daba el escribir esas cosas, la capacidad de regresar a lo escrito y revisarlo, ya, con mas calma, resultaron un ejercicio interesante.
Nunca fue muy constante esta situación; afortunadamente mis episodios depresivos no eran tan frecuentes. Hace algún tiempo releí esa notas. Me sorprendió ver como, con años de diferencia, me deprimía mas o menos por las mismas tonterías. Encontré una etapa realmente dramática, en la que decidí escribir en papel negro y con tinta plateada; en ese momento, se me ocurrió que mi sentir era de por si bastante oscuro, y el ponerlo en letras negras era demasiado.
Ahora, tengo que reconocer que, he tenido una temporada interesante emocionalmente hablando. Me impresiona, y me da mucho gusto, ver como mi motivación para escribir ha cambiado. Ya se que no captura tanto el leer que me siento feliz, y que no tiene ningún dejo de morbo el redactar como estoy claro en lo afortunado que soy. Pero, así es.
Hace unas días vi a Lore. Hacia varios meses que no conversáramos. Realmente demasiados. Los cambios que este año he tenido en números telefónicos y el cambio de empresa realmente dificulto el seguir en contacto con varias personas, incluyendo a Lore. Sin embargo, una semana antes del reencuentro, ella trato de localizarme en el teléfono de casa de mis padres. Y, casualmente, cuando su llamada entro, yo llegue con mis papas, así que, pudimos retomar el contacto. Una semana después de la llamada, nos vimos para desayunar, y conversamos durante horas y horas.
A Lore la conocí hace varios años ya, cuando ambos estábamos haciendo el servicio social en el departamento de computo de la universidad. Recuerdo que estábamos en diferentes horarios, pero de alguna forma me entere que que ella trabajaba en DELL, y como yo pensaba comprame una computadora, se me ocurrió conversar con ella, afín de cuentas, a los trabajadores les deberían dar un buen descuento, ¿No?
La verdad nunca conseguí mi computadora DELL con descuento, pero, eso no importa, por que conocí a una persona que aprecio y valoro mucho. Durante los años subsecuentes desde entonces, aunque no nos podamos ver tan seguido, cada oportunidad de platicar resulta siempre agradable, siempre sorprendente. Una amistad de tantos años tiene, por supuesto, muchas anécdotas. Recuerdo cuando placábamos del montañismo; los dos tomamos los cursos en la univesidad pero en diferentes grupos. Y las caminatas que se hicieron en varios lugares. Recuerdo bien cuando desayunamos en el VIPS de Insurgentes y Reforma, Lore toda nerviosa por que tenia la oportunidad de botarlo todo, vender su auto ( un vochito ) y lanzarse a hacer treking en los Himalayas. Todo el mundo le decía que estaba loca por hacerlo; yo, por supuesto, le eche porras para que fuera. También recuerdo cuando la fui a ver después del accidente del auto, un día que fuimos a ver una película que me encanto en su momento ( 12 monos ), como era trabajar en la universidad, cuando veíamos películas en el auditorio, a la hora de la comida. Siempre he admirado su instinto para viajar por todo el mundo, y siempre me mata cuando pregunta de forma tan amable "Y tu corazoncito, como esta?
Mañana tengo planeado ir a un campamento a practicar Yoga, y a entrar a un temazcal. Y la compañia es muy buena, voy a ir con la Caro, y con Anilu. A las dos las conocí por el trabajo anterior, y, pues de lo mejor que me pudo haber dejado esa experiencia es tener amistades como ellas. Recuerdo que cuando Anilu decidió dejar la empresa donde trabajabamos, sentí que perder el contacto con ella seria un gran error. Siempre me ha gustado la independencia, y siempre he asumido que las perdidas son parte de la vida. Así que, cuando un amigo y yo nos alejamos, normalmente no tengo problemas en aceptarlo, pero con ellas, si pude sentir ese vinculo que no me gusta romper. Así que, dentro de las limitaciones de vivir en una ciudad tan atestada, he mantenido el contacto con ellas. Creo que cada una de ellas vibra a una frecuencia muy especial que me hace sentido, cada una tien su estilo muy personal. Me agrada la idea de poder ser influido, un poco, en alguna medida , por esa realidad tan personal que cada una ha desarrollado.
Acabo de leer el escrito de un joven amigo que, según veo, se debate en la depresión y el miedo a la soledad. Estoy sorprendido por que por mucho tiempo pensé como el, sentí como el. Ahora, la depresión me da flojera. Y la soledad es un lujo que no dejo por cualquier motivo. Siento que me veo a mi mismo de alguna forma cuando leo lo que escribe, pero, yo ya me siento diferente. Y me siento bien, estoy contento y optimista.
Aunque, aca entre nos, tengo que confesar que hago trampa. Por algún motivo, algo, o alguien, me quiere mucho allá arriba, por que siempre me pone cerca de gente muy especial, como las que acabo de mencionar. Eso hace mucho mas fácil el calmar los enojos, el sentirse optimista, el no querer dejarse vencer por la depresión.
Entiendo que, a nivel simbólico, el proceso del temazcal es como un volver a nacer, existe una clara alegoría del vientre materno en esa especie de horno de barro. Entonces, la idea de mañana, para algunos, es la de renovarse. Eso me agrada, pero, antes de renovarme, si de algo vale, me gustaría dejar a mis amistades intactas.......
Nunca fue muy constante esta situación; afortunadamente mis episodios depresivos no eran tan frecuentes. Hace algún tiempo releí esa notas. Me sorprendió ver como, con años de diferencia, me deprimía mas o menos por las mismas tonterías. Encontré una etapa realmente dramática, en la que decidí escribir en papel negro y con tinta plateada; en ese momento, se me ocurrió que mi sentir era de por si bastante oscuro, y el ponerlo en letras negras era demasiado.
Ahora, tengo que reconocer que, he tenido una temporada interesante emocionalmente hablando. Me impresiona, y me da mucho gusto, ver como mi motivación para escribir ha cambiado. Ya se que no captura tanto el leer que me siento feliz, y que no tiene ningún dejo de morbo el redactar como estoy claro en lo afortunado que soy. Pero, así es.
Hace unas días vi a Lore. Hacia varios meses que no conversáramos. Realmente demasiados. Los cambios que este año he tenido en números telefónicos y el cambio de empresa realmente dificulto el seguir en contacto con varias personas, incluyendo a Lore. Sin embargo, una semana antes del reencuentro, ella trato de localizarme en el teléfono de casa de mis padres. Y, casualmente, cuando su llamada entro, yo llegue con mis papas, así que, pudimos retomar el contacto. Una semana después de la llamada, nos vimos para desayunar, y conversamos durante horas y horas.
A Lore la conocí hace varios años ya, cuando ambos estábamos haciendo el servicio social en el departamento de computo de la universidad. Recuerdo que estábamos en diferentes horarios, pero de alguna forma me entere que que ella trabajaba en DELL, y como yo pensaba comprame una computadora, se me ocurrió conversar con ella, afín de cuentas, a los trabajadores les deberían dar un buen descuento, ¿No?
La verdad nunca conseguí mi computadora DELL con descuento, pero, eso no importa, por que conocí a una persona que aprecio y valoro mucho. Durante los años subsecuentes desde entonces, aunque no nos podamos ver tan seguido, cada oportunidad de platicar resulta siempre agradable, siempre sorprendente. Una amistad de tantos años tiene, por supuesto, muchas anécdotas. Recuerdo cuando placábamos del montañismo; los dos tomamos los cursos en la univesidad pero en diferentes grupos. Y las caminatas que se hicieron en varios lugares. Recuerdo bien cuando desayunamos en el VIPS de Insurgentes y Reforma, Lore toda nerviosa por que tenia la oportunidad de botarlo todo, vender su auto ( un vochito ) y lanzarse a hacer treking en los Himalayas. Todo el mundo le decía que estaba loca por hacerlo; yo, por supuesto, le eche porras para que fuera. También recuerdo cuando la fui a ver después del accidente del auto, un día que fuimos a ver una película que me encanto en su momento ( 12 monos ), como era trabajar en la universidad, cuando veíamos películas en el auditorio, a la hora de la comida. Siempre he admirado su instinto para viajar por todo el mundo, y siempre me mata cuando pregunta de forma tan amable "Y tu corazoncito, como esta?
Mañana tengo planeado ir a un campamento a practicar Yoga, y a entrar a un temazcal. Y la compañia es muy buena, voy a ir con la Caro, y con Anilu. A las dos las conocí por el trabajo anterior, y, pues de lo mejor que me pudo haber dejado esa experiencia es tener amistades como ellas. Recuerdo que cuando Anilu decidió dejar la empresa donde trabajabamos, sentí que perder el contacto con ella seria un gran error. Siempre me ha gustado la independencia, y siempre he asumido que las perdidas son parte de la vida. Así que, cuando un amigo y yo nos alejamos, normalmente no tengo problemas en aceptarlo, pero con ellas, si pude sentir ese vinculo que no me gusta romper. Así que, dentro de las limitaciones de vivir en una ciudad tan atestada, he mantenido el contacto con ellas. Creo que cada una de ellas vibra a una frecuencia muy especial que me hace sentido, cada una tien su estilo muy personal. Me agrada la idea de poder ser influido, un poco, en alguna medida , por esa realidad tan personal que cada una ha desarrollado.
Acabo de leer el escrito de un joven amigo que, según veo, se debate en la depresión y el miedo a la soledad. Estoy sorprendido por que por mucho tiempo pensé como el, sentí como el. Ahora, la depresión me da flojera. Y la soledad es un lujo que no dejo por cualquier motivo. Siento que me veo a mi mismo de alguna forma cuando leo lo que escribe, pero, yo ya me siento diferente. Y me siento bien, estoy contento y optimista.
Aunque, aca entre nos, tengo que confesar que hago trampa. Por algún motivo, algo, o alguien, me quiere mucho allá arriba, por que siempre me pone cerca de gente muy especial, como las que acabo de mencionar. Eso hace mucho mas fácil el calmar los enojos, el sentirse optimista, el no querer dejarse vencer por la depresión.
Entiendo que, a nivel simbólico, el proceso del temazcal es como un volver a nacer, existe una clara alegoría del vientre materno en esa especie de horno de barro. Entonces, la idea de mañana, para algunos, es la de renovarse. Eso me agrada, pero, antes de renovarme, si de algo vale, me gustaría dejar a mis amistades intactas.......
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